domingo, 6 de enero de 2013

Lo oculto

Ojalá esta fuese una entrada sobre magia, hechicería y fantasmas. Pero en el siguiente texto hablaré un poco de aquello que callamos, generalmente en el momento y en el lugar inadecuados.

Todos los seres humanos tenemos secretos. Es algo que está en nuestra naturaleza humana como seres racionales. Estamos constantemente pensando en cosas que nuestro propio cerebro clasifica si deben ser contadas o no. Por supuesto que esto aplica también a cosas que pasan que podemos decidir si queremos que alguien se entere de que pasaron o no. Cuando llevamos esto a las relaciones humanas, vemos que el hecho de guardar secretos sigue siendo algo natural: entre las mejores amistades, las mejores relaciones de pareja y las mejores familias, hay secretos individuales muy bien guardados que quizás nunca vean la luz pública. Hasta aquí termina este planteamiento en plano general del tema. A partir de aquí, viene la parte subjetiva que, por supuesto, está sujeta a discusión con quien me lea.

En las relaciones, ya sea amistad, familia, amorosa o incluso netamente sexual, cada uno de los que integran la relación tiene secretos. Que los comparta o no es algo completamente sujeto a la decisión de cada quién. Yo no le veo problema a tener secretos, sobre todo cuando tienen que ver con el pasado de las personas, y esto lo aplico en particular con las relaciones de pareja, que es lo que me motiva a escribir esto. A mí no me interesaría el pasado de mi pareja porque yo no estaba en su vida en ese entonces, por lo tanto no es algo que me incumbe. Y a menos que sea que haya tenido muchas relaciones sexuales sin protección y eso pone en peligro mi vida al tener una relación sexual con esa persona, evidentemente sí es de incumbencia su pasado. Pero eso es otro tema que no voy a tratar aquí. Quiero referirme específicamente a los secretos mínimos, nimiedades que se guardan con gran privacidad, que pueden terminar siendo un arma de doble filo.

Para mí las relaciones están sustentadas en cuatro elementos: confianza, respeto, pequeños detalles y sexo. No nombro "amor" porque es un término que considero está integrado por los cuatro elementos que mencioné. Cuando uno de estos elementos comienza a fallar, es como jugar Jenga: todo lo demás se empieza a tambalear y con poco cuidado se puede caer todo. ¿Dónde entra aquí esto de ocultar cosas en las relaciones? Pues depende mucho de la autoestima de cada uno de los que integra la pareja. Si uno de ellos es de baja autoestima, como yo, tiende a ser sumamente inseguro. El elemento confianza lo puede aplicar en la relación, pero siempre será el más débil (el sexo también, pero eso da para otra entrada). Una persona con baja autoestima que está en una relación con alguien de autoestima normal necesita constantemente la sensación de seguridad que le da su pareja. Necesita sentir siempre que es necesitado, que aunque no es indispensable -porque nadie lo es, léanme bien, NADIE- su presencia, su afecto, sus pequeños detalles son apreciados. Si el otro miembro de la pareja responde bien a estas necesidades "especiales" de alguien con baja autoestima, pues el elemento confianza será estable, ergo, la relación será estable. Pero, ¿qué sucede cuando la indiferencia de uno activa las inseguridades del otro?

Aquí entra el factor de lo oculto. En una relación que se supone estable, con miras a un futuro juntos, y que ha tenido una larga duración, está implícito que ambos se han llegado a conocer tan bien que se aceptan, con sus defectos y virtudes, para llegar hasta donde han llegado. Si se conocen estas cosas es porque entre ambos no hay nada oculto que pueda o no dañar la relación. Yo soy partidario de preferir una verdad fea que una hermosa mentira, por lo tanto, si una relación depende de mantener un secreto bajo llave para siempre, yo, en lo particular y quiero hacer énfasis en que esta es mi opinión que ustedes muy bien pueden no compartir, prefiero terminar la relación. Porque si una relación que aspira ser duradera, ya sea por aquellos de que "somos la naranja completa", "estábamos destinados a estar juntos", "eres el que tal" o simplemente "me cansé de buscar, tú eres y punto", UNO solo de los miembros siente desconfianza por lo que el otro no le cuenta, entonces es una relación que desde su concepción no funciona. Dentro de la confianza están la sinceridad y la honestidad, valores que aprecio muchísimo. Si hay algo no sincero dentro de la relación, ¿cómo se supone que puede existir confianza entre la pareja?

La mentira construye puentes de papel que la verdad destruye en un instante. Ocultar aquello que genera desconfianza lo que hace es deteriorar de manera desagradable una relación. La dificultad para hablar las cosas, claro, también es un factor que acelera este deterioro. Porque, como dicen por ahí, "hay que gente que recibe el amor que cree que merece". Y si ese miembro de la pareja de baja autoestima piense así, será una relación dañina para siempre. O al menos hasta que finalmente decida hablar la situación o simplemente terminar con todo. Terminaría citando a una canción de Marina and the Diamonds: "you don't love me, big fucking deal, I'll never tell you how I feel...".