martes, 2 de diciembre de 2008

¿Querían frío? Les doy hielo seco.

Cada día que pasa se me va de las manos. La noción del tiempo se va con el viento. ¿Por qué tanta algarabía en el seno familiar? Ah, sí. Ya es diciembre. Mes oficial del consumismo, la gula y otros "pecados" que instituciones absurdas que no vale la pena nombrar consideran que son pasajes de ida en primera clase al infierno.

¿Por qué soy así? Tengo que cambiar. Para bien o para mal. No voy a llegar lejos así como soy. Debo dejar atrás mi estilo de vida maracayero, eso no aplica en la capital. Veo a mi alrededor y lo que veo son personas que explotan sus cualidades para ser "famosas" o "infames" en cierta manera. ¿Es eso lo que quiero? No lo sé con certeza. ¿Cuáles son mis cualidades? Las que veo frente al espejo cuando hablo conmigo mismo en inglés -sí, sé que no es algo normal-, pero que se ocultan cuando salgo al mundo exterior.

Mi paraguas ya no resiste los torrenciales aguaceros. Cada día es igual, busco escapar de la realidad, me refugio en una falsa atmósfera interior integrada por música y recuerdos vagos. Should I go back, should I go back, should I? I feel alone and tired. Should I go back, should i go back, should I? This time I don't want to.

Divago. Personas que consiguen lo que quieren a cosra de otras personas. Comer o ser comido. Por lo visto es una ley humana también. Supervivencia d
el más apto. Gracias, Darwin.
Debería dejar de quejarme y de analizar tanto las situaciones, y empezar a aplicar esas leyes. Pero, ¿qué pasa si no puedo? Querer es poder. ¿Y si siento que ese no soy yo? Me acostumbro. ¿Es mi naturaleza dejarme pisotear por los demás y vivier en las sombras? Quizás, pero no lo permitiré más. Si me pisoteas con tus tacones Sifirinita's, yo te devuelvo el pisotón con unos Manolo. Si me lanzas los Fémini, yo contraataco con unos Louboutin.

Quizás deba mojarme en la lluvia y cerrar el paraguas, esperar el día soleado fuera de él.

Amores, desamores, traiciones, manipulación, falsas tertulias. Me enamoro de algun
os; algunos se desenamoran. Expreso mi desprecio hacia otros; otros se enamoran. Decido quedarme en Caracas este fin de semana, la otra decide irse a Maracay este fin de semana. Tengo sexo lleno de vacuidad y placer carnal; mi corazón se convierte en un bloque de hielo.
El mundo y la vida van a un ritmo acelerado, en plan Tokio o Nueva York. No tiene frenos. "Detén el mundo que me bajo" es una respuesta nula a esta vorágine. Deja que el mundo siga, que yo lo alcanzo y voy a su ritmo.

Me pedían fortaleza, se las daré. Me pedían renovación, se las d
aré. Voces pueblerinas me pedían "¡nunca cambies, Chesco!" en escritos plasmados en mi chemise beige del liceo; no cumpliré eso. Cambiaré. Porque si pidieran calor, les daría el sol, pero me pidieron frío y yo les daré hielo seco.